Los riesgos desapercibidos del cannabis
El aumento de las urgencias hospitalarias por delirios y brotes psicóticos asociados a esta droga obliga a no bajar la guardia.
Editorial, El Periódico, 16 de febrero de 2020
Conducta sexual “inapropiada”
La expresión “conducta sexual inapropiada” se va extendiendo en relación con actos que en otro tiempo se tildaron de groseros o impertinentes, y que ahora calificamos con un adjetivo más certero: “machistas”.
Una simple búsqueda de “conducta sexual inapropiada” en Google ofrece decenas de ejemplos sucedidos en el mundo anglosajón: las acusaciones contra un presentador de la BBC o contra el seleccionador del equipo femenino de Zambia. Me detengo como ejemplo en el caso de este entrenador, acusado el pasado julio de forzar a varias jugadoras a que se acostaran con él. Periódicos de todo el ámbito hispano, (incluido EL PAÍS), describieron esos hechos como “conducta inapropiada”, bien en el texto o bien en titulares y destacados.
En español, es “inapropiado” o “inadecuado” aquello que no se ajusta a las necesidades de algo o de alguien, y por eso podemos decir que un piso de cuarenta metros cuadrados resulta inapropiado para una familia con cuatro hijos, o que un traje amarillo y verde con lunares rojos parece inapropiado para acudir al funeral de Estado por la reina de Inglaterra. Una conducta inapropiada no es un delito. Pero en aquella ocasión la palabra “inapropiados” se refería a unos supuestos abusos sexuales con agravante de autoridad a cargo de un entrenador. Los actos acerca de los cuales se informaba no se referían a una conducta legítima. Se referían a un sometimiento: subordinar el juicio propio al de otra persona.
Busqué el origen común de los titulares y todos los diarios españoles citaban como fuente al británico The Guardian, la publicación que dio la primicia. Acudí, pues, a ese texto primigenio, y hallé este titular: “Zambia women’s football team head coach accused of sexual misconduct”. (“El entrenador del equipo femenino de fútbol de Zambia, acusado de conducta sexual inapropiada” o “mala conducta”).
No se habla de conductas inapropiadas para definir las de un ladrón o un corrupto. Pero resulta que sí ha servido esa piadosa locución para unos cuantos episodios de abuso sexual machista. Otra vez estamos copiando del inglés…de forma inapropiada.
Álex Grijelmo, EL PAÍS
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