Pasó por diversas cárceles: en la de Conde de Toreno permaneció año y medio. Allí dibujó un famoso retrato de Miguel Hernández, ampliamente reproducido –cuyo original conservan los herederos de Miguel Hernández– y ayudó en un intento de fuga que le inspiró más tarde ciertos aspectos de La Fundación.
En la cárcel de Yeserías apenas estuvo mes y medio, unos tres años más en la prisión de El Dueso y otro más en la prisión de Santa Rita. Escribió sobre pintura e hizo cientos de retratos de sus compañeros, entablando muy buenas amistades con algunos de ellos y manteniendo contacto tras su salida de prisión. Siete años más tarde salió del penal de Ocaña en libertad condicional, aunque fue desterrado de Madrid.
Al ser puesto en libertad comienza a colaborar en diversas revistas como dibujante y escritor de pequeñas piezas de teatro. Su debut se produce en 1949 con la publicación de Historia de una escalera.
PREMIOS
- 1974.- Premio El Espectador y la Crítica, La Fundación
- 1974.- Premio Mayte de Teatro, La Fundación
- 1976.- Premio El Espectador y la Crítica, La doble historia del doctor Valmy
- 1977.- Premio El Espectador y la Crítica, La detonación
- 1980.- Premio Nacional de Teatro (INAEM)
- 1980.- Medalla de Plata del Círculo de Bellas Artes
- 1981.- Premio El Espectador y la Crítica, Caimán
- 1984.- Premio El Espectador y la Crítica, Diálogo secreto
- 1985.- Premio Ercilla de Teatro, Diálogo secreto
- 1985.- Premio Nacional de Teatro (INAEM), Un soñador para un pueblo
- 1986.- Premio El Espectador y la Crítica, Lázaro en el laberinto
- 1986.- Premio Miguel de Cervantes (España)
- 1994.- Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes
- 1996.- Premio Nacional de las Letras Españolas
- 1997.- Medalla de Honor de la Universidad Carlos III
- 1997.- Medalla de Oro de la Diputación Provincial de Guadalajara
- 1997.- Medalla de la Orden Andrés Bello de Venezuela
- 1998.- Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid
- 1999.- Max de Honor de las Artes Escénicas (SGAE y La Fundación Autor)
- 2000.- Premio Especial de Teatro de Rojas,(a título póstumo)
“Lo que mi teatro es, no lo sé; de lo que intenta ser, sí estoy algo mejor enterado.Intenta ser, por lo pronto, un revulsivo. El mundo está lleno de injusticias y de dolor:la vida humana es, casi siempre, frustración. Y aunque ello sea amargo, hay que decirlo.Los hombres, las sociedades, no podrán superar sus miserias si no las tienen muy presentes.
Considerar nuestros males es preparar bienes en el futuro; escribir obrasde intención trágica es votar porque un día no haya más tragedias.
El dramaturgo no sabe si eso llegará a suceder, aunque lo espera. Y, como cualquierotro hombre que sea sincero, no tiene en su mano ninguna solución garantizada de losgrandes problemas; sólo soluciones probables, hipótesis, anhelos".
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